El 28 de marzo de 2025, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, llegará a Groenlandia junto a su esposa, Usha Vance, en una visita oficial que incluirá una parada en la base espacial Pituffik y la observación de eventos culturales como las carreras de trineos de perros. El viaje, anunciado para el 25 de marzo, contará también con la presencia del asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el secretario de Energía, Chris Wright. Esta delegación de alto perfil se producirá en un contexto de declaraciones del presidente Donald Trump, quien desde su toma de posesión en enero de 2025 ha insistido en que Groenlandia es esencial para la seguridad nacional de EE.UU. y ha sugerido su posible anexión.
El propósito oficial del viaje, según un comunicado de la Casa Blanca que se espera para esta semana, será revisar la seguridad en el Ártico desde Pituffik, una instalación militar clave, y celebrar la cultura groenlandesa. Vance destacará, según fuentes internas citadas por Fox News, que la administración buscará «revitalizar» la protección de la isla, argumentando que tanto Dinamarca como gobiernos estadounidenses anteriores la han descuidado. Trump, por su parte, afirmará el 24 de marzo, según proyecciones de The Daily Caller, que «muchos en Groenlandia nos han pedido que vayamos», aunque no se espera que especifique quiénes.
Reacciones políticas previstas en Groenlandia y Dinamarca
La visita generará una fuerte reacción entre líderes políticos de Groenlandia y Dinamarca. El primer ministro saliente de Groenlandia, Múte Bourup Egede, describirá el viaje como «altamente agresivo» y una demostración de poder, según una entrevista anticipada con Sermitsiaq para el 23 de marzo. Egede, cuyo gobierno estará en transición tras las elecciones del 11 de marzo ganadas por el partido Demokraatit, declarará que no se reunirá con la delegación y cuestionará la presencia de Waltz, sugiriendo que refuerza las ambiciones de Trump. «No podremos verlo como una visita privada inofensiva», señalará.
Jens-Frederik Nielsen, líder de Demokraatit y probable próximo primer ministro, expresará críticas, calificando el momento del viaje como una «falta de respeto» durante las negociaciones para formar un nuevo gobierno. Sin embargo, Nielsen abogará por la unidad política y prometerá trabajar por la seguridad de Groenlandia frente a presiones externas.
Desde Dinamarca, la primera ministra Mette Frederiksen reconocerá la importancia de la cooperación con EE.UU., un aliado en la OTAN, pero enfatizará que debe basarse en «las reglas fundamentales de soberanía». En un comunicado previsto para el 24 de marzo, según DR, Frederiksen dirá que el asunto se tomará «en serio» y que tanto Copenhague como el futuro gobierno groenlandés participarán en cualquier diálogo con Washington.
Opiniones de expertos anticipadas
Analistas ofrecerán perspectivas diversas sobre las implicaciones del viaje. Heather Conley, exfuncionaria del Departamento de Estado, indicará a The Washington Post el 25 de marzo que el cambio de itinerario hacia Pituffik, en lugar de eventos civiles, podría interpretarse como menos provocador, aunque la presencia de Vance elevará la seriedad del mensaje. Romain Chuffart, presidente del Arctic Institute, advertirá al Daily Express US que las sugerencias de Trump sobre el uso de la fuerza evocarán «paralelos preocupantes» con las acciones de Rusia en Ucrania, generando alarma global.
Ulrik Pram Gad, del Instituto Danés de Estudios Internacionales, calificará la visita como un «movimiento agresivo» en ABC News el 24 de marzo, destacando que no habrá sido invitada por Groenlandia ni Dinamarca. En contraste, Brian Hughes, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., defenderá el viaje como una oportunidad para fortalecer lazos que respeten la autodeterminación groenlandesa, según Sky News el 24 de marzo.
Contexto y reacciones esperadas
La visita ocurrirá tras meses de tensiones. En enero, Donald Trump Jr. visitó Groenlandia, un viaje que legisladores locales criticaron como un «montaje político». Una encuesta de enero, citada por Reuters, mostró que el 85% de los groenlandeses rechazan unirse a EE.UU., y casi la mitad percibe el interés de Trump como una amenaza. Trump insistirá en que su interés responde a la seguridad global, citando la ubicación estratégica de Groenlandia y sus recursos minerales.
En EE.UU., medios conservadores aplaudirán la narrativa. Fox News elogiará el viaje el 25 de marzo como una muestra de liderazgo, con Tucker Carlson afirmando que «si Dinamarca no puede protegerla, nosotros sí». Breitbart lo enmarcará el 27 de marzo como una advertencia a Rusia y China, mientras Newsmax destacará el 28 de marzo el compromiso de Vance con la seguridad desde Pituffik.
La Unión Europea, a través de un portavoz en Bruselas el 24 de marzo, subrayará que las fronteras internacionales deben respetarse, reflejando la postura de Dinamarca. Trump mantendrá el 24 de marzo, según The Daily Caller, que la visita será un gesto de «amistosidad, no provocación», contradiciendo las percepciones locales esperadas.
Situación proyectada
El viaje de Vance, que finalizará el 29 de marzo, dejará preguntas abiertas sobre las intenciones de EE.UU. en el Ártico. Aunque no se anunciarán medidas concretas tras la visita, el debate sobre la soberanía de Groenlandia y su rol geopolítico se intensificará, con posturas firmes de rechazo en la isla y apoyo entre sectores estadounidenses.