Madrid, 28 de abril de 2025 – Un apagón eléctrico sin precedentes ha sumido a España, Portugal y regiones de Francia, Alemania e Italia en la oscuridad este lunes, afectando a millones de personas y paralizando servicios esenciales como transportes, telecomunicaciones y hospitales. El colapso, que comenzó alrededor de las 12:30 horas (hora local peninsular), ha sido descrito por Red Eléctrica Española (REE) como un “incidente excepcional y extraordinario” causado por una “oscilación muy fuerte del flujo de potencia” que desconectó el sistema eléctrico ibérico de la red europea.
Crónica de los acontecimientos
El apagón se desencadenó a las 12:32, cuando la demanda energética en España, que rondaba los 25.000 megavatios, se desplomó a 12.400 megavatios, alcanzando un “cero energético” en el sistema peninsular. En Portugal, el corte afectó a Lisboa, Oporto y Faro, mientras que en Francia, regiones como Occitania y Nueva Aquitania reportaron interrupciones parciales. Alemania e Italia también sufrieron cortes breves en ciudades como Múnich, Stuttgart y el norte del país, respectivamente.
El impacto fue inmediato: el Metro de Madrid y los tranvías de Barcelona se detuvieron, dejando a pasajeros atrapados. Los aeropuertos de Madrid-Barajas y El Prat sufrieron retrasos significativos, aunque los sistemas de contingencia evitaron cierres totales. Los semáforos dejaron de funcionar, causando caos vial en ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla, con la Dirección General de Tráfico (DGT) instando a evitar desplazamientos. Renfe suspendió todos los servicios ferroviarios, y Adif pidió a los pasajeros no acudir a las estaciones.
Las telecomunicaciones también colapsaron, con caídas en los servicios de Movistar, Orange y Vodafone, afectando internet y redes 5G. Hospitales como La Paz en Madrid activaron generadores de gasóleo, suspendiendo cirugías no urgentes y operando con una autonomía de 12 horas. En Lisboa, el aeropuerto internacional reportó escenas de desconcierto entre miles de pasajeros.
A las pocas horas, REE anunció que subestaciones en el norte, sur y oeste de la península comenzaban a recuperar tensión, pero estimó que la restauración total tomaría entre 6 y 10 horas. En Andalucía, algunas zonas recuperaron el suministro progresivamente, mientras que el Ayuntamiento de Madrid cerró los túneles de la M-30 para evitar accidentes.
Reacciones del gobierno español
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se trasladó al centro de control de REE acompañado de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, para supervisar la crisis. Sánchez convocó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en Moncloa, mientras varios ministros, como Carlos Cuerpo (Economía) y Jordi Hereu (Industria), abandonaron el foro Invest In Spain Summit para asistir a un gabinete de emergencia.
Fuentes gubernamentales admitieron desconocer la causa exacta del apagón, sin descartar un fallo técnico o un ciberataque. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) investigan posibles intrusiones en los sistemas SCADA que operan la red eléctrica, aunque la empresa de ciberseguridad ESET señaló que no hay evidencias concluyentes de un ataque informático.
Juanma Moreno, presidente de Andalucía, solicitó la declaración de emergencia nacional para reforzar la coordinación y elevó el Plan Territorial de Emergencia de Protección Civil a nivel 2, pidiendo “prudencia” a la ciudadanía. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, instó a minimizar desplazamientos, mientras los servicios de emergencia operaban con generadores propios.
Reacciones en Portugal y otros países
En Portugal, Redes Energéticas Nacionais (REN) atribuyó inicialmente el apagón a un “problema en el sistema eléctrico europeo”, posiblemente originado en España. Sin embargo, el ministro de Cohesión Territorial, Manuel Castro Almeida, no descartó un ciberataque, señalando que el impacto se extendió a Alemania y Marruecos. El secretario general del Partido Socialista, Pedro Nuno Santos, pidió convocar el Gabinete Coordinador de Seguridad para proteger infraestructuras críticas.
Francia, que sufrió cortes parciales, restableció rápidamente el suministro y ofreció hasta 950 megavatios a la red ibérica a través de interconexiones. El operador francés RTE movilizó equipos para asistir a REE. En Italia, las interrupciones fueron limitadas al norte, mientras que Alemania reportó caídas breves.
Reacciones internacionales
La Comisión Europea, a través de la vicepresidenta Teresa Ribera, expresó “preocupación” y descartó indicios de un boicot o ciberataque, pidiendo “máxima cautela” mientras se investiga. Ribera subrayó que la prioridad es restablecer el servicio y coordinar con la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E). La Comisión desmintió rumores sobre un supuesto ataque coordinado citado falsamente a Ursula von der Leyen.
Ucrania ofreció asistencia técnica, basándose en su experiencia con ataques rusos a su infraestructura energética. El comisario europeo Dan Jørgensen destacó la “solidaridad y unidad” de la Unión Europea, mientras ENTSO-E trabajaba en la reposición del suministro. La Agencia de Ciberseguridad de la UE (ENISA) se sumó a la investigación.
Posibles causas y especulaciones
REE señaló que una “oscilación fuerte” provocó la desconexión del sistema ibérico de la red europea, pero no especuló sobre el origen. Expertos apuntan a varias hipótesis: un fallo en una subestación crítica, un desequilibrio entre oferta y demanda, o fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas solares o temperaturas inusuales.
La posibilidad de un ciberataque ganó fuerza tras las declaraciones del ministro portugués Castro Almeida y las advertencias recientes de EE. UU. y Europa sobre amenazas a infraestructuras críticas. Sin embargo, E-Redes en Portugal y REE atribuyeron inicialmente el problema a un fallo técnico en la red interconectada europea. Un precedente en Ucrania (2015) refuerza las sospechas, pero las autoridades insisten en que no hay pruebas concluyentes.
Impacto y lecciones
El apagón, el más grave en la historia reciente de la península ibérica, expuso la vulnerabilidad de las redes eléctricas europeas, altamente interconectadas. Incidentes previos, como el apagón italiano de 2003 o el europeo de 2006, subrayan la fragilidad ante fallos en cascada. La dependencia de generadores de emergencia en hospitales y aeropuertos evitó catástrofes mayores, pero la parálisis de transportes y comunicaciones afectó la vida diaria de millones.
Endesa e Iberdrola activaron medidas de contingencia, pero la reposición fue lenta, especialmente en zonas rurales. El Mutua Madrid Open suspendió su jornada, y eventos culturales y escolares se vieron interrumpidos.
Perspectivas futuras
Red Eléctrica y los operadores europeos trabajan contrarreloj para restablecer el suministro, pero el incidente plantea interrogantes sobre la resiliencia energética. Expertos sugieren revisar los protocolos de seguridad, invertir en sistemas de estabilización y diversificar fuentes de energía para evitar futuros colapsos.
Mientras las investigaciones avanzan, la población permanece en vilo, adaptándose a un día de incertidumbre que ha paralizado a Europa occidental. La cooperación internacional y la transparencia serán clave para esclarecer las causas y prevenir que el “fantasma del apagón” vuelva a recorrer el continente.